...me levanté pensando que iba a ser uno de esos días de salvar el baño, charlar un rato en el agua y disfrutar del amanecer! Pero al llegar, ya desde el aparcamiento (y eso que está lejos no, lejísimos del pico) se intuía romper una derecha. Supuse que eran más las ganas que la realidad dado que las condiciones últimamente tanto de mar como de dirección del viento no son nada buenas y ni siquiera la marea era la mejor...
Después de andar diez minutos hasta la orilla y remar otros cinco hasta el pico ya me di cuenta de que no era ninguna ilusión... Salía una derecha mágica!!! que nos regaló a Magín y a mí uno de los mejores baños de la última temporada...
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