Llevaba tiempo esperando una oportunidad así para que mi hija mayor, Emma pudiera disfrutar de un bañazo, un baño de eses que si cuando sales del agua no tienes una enorme sonrisa y no estas totalmente enganchado al surf, esta claro que no te va a gustar nunca...
Me salió aún mejor de lo esperado, al llegar a uno de mis spot preferidos, olas pequeñas y perfectas, sol y poca gente. ¡¡Para el agua!! A partir de hay fue un verdadero gustazo, será uno de eses recuerdos que me guardaré mientras viva. Ya no es la primera vez que surfamos juntos, pero esta vez fue distinto... esta vez fue un baño casi entre compañeros de surf. Nos pusimos en la mitad donde sé que la ola vuelve a levantar y no llega casi nadie. Ella cogía algunas remando, otras la empujaba un poco para hacérselo más fácil y mientras ella remontaba hasta el sitio acordado yo subía al pico principal y me surfaba las mías hasta donde estaba ella y remontábamos juntos. Algún consejo por el medio, pero sobretodo muchas ánimos por cada ola que surfeaba (que fueron un montón), charla con unos, risas con otros mientras remontaban y esperábamos la serie ...Y así una y otra vez hasta casi tres horas cuando ya las olas empezaron a desaparecer...: ¿Papa, ya nos vamos ? ¿Podemos volver otro día? Hoy si que me lo he pasado bien!!
Por ultimo, quería dar las gracias a todos los que estabais en el agua, vuestras sonrisas, vítores y ánimos cada vez que Emma intentaba coger una ola será algo que tampoco olvidaré y creo que ella tampoco...un millón de gracias!!
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