Cuando arriesgas y te metes en el agua casi sin olas esperando que el mar suba de repente y sube... es una de las mejores sensaciones que nos regala el surf !!!
Al llegar ninguno teníamos claro si el mar subiría lo suficiente como para darnos un baño, sabíamos que iba a subir, pero no cuando. Le estábamos empezando a dar vueltas Juampe y yo cuando apareció Cesar. Ya cambiado y con la tabla en la mano no lo dudo ni un segundo: "¿para dentro, no?" - ¡¡Pues claro!! - ¡¡A lo peor charlamos un rato! contestamos. Y así nos fuimos al agua con esperanzas, pero pocas...
Diez minutos después, el mar empezó a subir poco a poco, pero sin pausa. Cada vez las series eran más constantes, y las olas más grandes y largas, habíamos triunfado...
Pero la crónica ( como las llama Andrés) de hoy no acaba aquí...
Luego de una hora cogiendo olas más que decentes, en un ambiente inmejorable de compañerismo, risas, buen rollo, unos animándose a otros..., el pico se empezó a llenar de gente y ademas el viento empezó a estropear las olas. Fue entonces cuando ví a Yago ( otro con el que siempre es un placer coincidir) cogerse dos olas larguísimas el solo en la ria. No lo dude ni un momento, les grité a mis compañeros que me cambiaba de pico y me fui remando. Para mi sorpresa las olas aún eran mejores que en el dique, izquierdas perfectas, larguísimas a repartir entre dos...además de una charla amena entre serie y serie durante otra horita más o menos...
Había sido un gran día de surf! Me había dado dos bañazos, uno en cada pico!
Tres de los que más disfrutan, animan, hacen reir y generan buen rollo...siempre es un placer darse baños con ellos:
Juampe:
Cesar:
Canteiro:
Una pena la calidad de las fotos, pero en días así...eso es lo de menos!!
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