Después de pensarme varias veces si entrar o no,
y aunque la marea estaba baja y desde fuera parecía que solo caían barras, decicí
meterme igual aunque fuera por remar un poco ya que hacía un día estupendo. Me
cambie tranquilamente confiando que la marea subiera un poco y empezara a salir
alguna (aunque con pocas esperanzas). Al principio sólo caían barras, pero de
repente empezó a abrir una de vez en cuando, luego otra y lo que iba a ser una sesión
corta de coger barras, se convirtió en una de elegir bien, remontar y pillar
sin parar. Al final tuve que salir corriendo y con pena de no poder quedarme un
poco más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario